PAN-PRI-PRD no cuentan con estructuras en el país: Xóchitl Gálvez
Rumor sin Fronteras / Por Gerardo Pérez García
La revelación que hace la ex candidata perdedora a la Presidencia de México, Xóchitl Gálvez, es dura y contundente que refleja en gran medida uno de los puntos torales de la derrota en los comicios del domingo 2 de junio:
Los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democráticas “no cuentan con estructuras en el país y tienen en el abandono su trabajo territorial”.
Por ejemplo, cuando visitó Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, se percató de la poca estructura que había de los tres partidos (PAN, PRI y PRD)
“Me di cuenta que en los estados no se ha hecho un trabajo partidista de la dimensión que Morena estaba haciendo”.
“Describe una batalla con las manos atadas”.
Reconoce que “no pudo decidir candidaturas de legisladores ni gobernadores; no decidió la disposición del dinero para la campaña; no llevaba mano en el mensaje central de la campaña; tampoco conoció datos reales de encuestas”.
“El dinero que había era de los partidos políticos. Poco dinero para la magnitud de cubrir un país”, apuntó durante la amplia entrevista –primera que da- al Grupo Reforma 10 días después –se publicó ayer- de los comicios presidenciales.
En lo que podría encuadrase como una especie de catarsis, de reflexión y análisis, crudo pero real, ya con la cabeza fría, la oriunda de Hidalgo cita:
El jefe partidista del PAN, Marko Cortés, “no sólo limitó los recursos sino fue insolente, agresivo, cuando ella decidió admitir los resultados desfavorables y llamarle a Sheinbaum para felicitarla”.
Relata el incidente en el piso 42 de un hotel de Polanco donde tenía su cuarto de guerra el equipo de campaña.
“A las 7 de la noche me dicen que efectivamente ganamos la Ciudad –CDMX-, que ganamos Veracruz, Puebla, Yucatán, Guanajuato, Morelos”.
-¿Te engañaron Xóchitl?, le pregunta el periodista Roberto Zamarripa.
-No, tampoco soy una inocente. Decían que había evidencia o había proyecciones,
porque la palabra proyecciones fue algo que surgió el domingo. Que las proyecciones nos eran positivas y que estábamos ganando estas ciudades.
En el momento que sale el conteo rápido, que es brutal, que es contundente… yo tomo la decisión de marcarle; le pido a Max (Cortázar) que me comunique con Claudia Sheinbaum, porque me parece que en una democracia es tu deber reconocer tu derrota.
Sheinbaum revela en su aparición tras los datos que había dado el INE, que había recibido la llamada de Gálvez.
Eso enerva al dirigente panista Marko Cortés, quien acude al piso 42 a encarar a la candidata.
-¿Traiciones, traidores en tu campaña?
Pues mira, los que te hablan para darte datos imprecisos. O sea, hay cosas que no son ciertas. Yo no manejé un peso de la campaña. Muchos siempre vieron que no había mucha chance de ganar. Todo el mundo decía: ‘está durísimo’.
Pero mira, al final de cuentas se movió, se emocionó.
La esperanza cambió de manos por un rato. “No nos alcanzó”.
De López Obrador plasma:
“Hubo una intervención de manera sistemática en la mañanera. Es un hombre misógino… bastante machista”.
De Marko Cortés:
“Salían (en spots) más los presidentes de los partidos que yo (…) tienen que aprender a manejar su masculinidad. Me levantó la voz de manera innecesaria”.
Sobre los partidos:
“Necesitábamos que desaparecieran un poco los partidos y emergiera más la candidatura ciudadana.
Como no había (dinero), los ciudadanos se organizaban y mandaban a hacer playeras”.
Del INE:
“Era un árbitro blandengue”.
De Sheinbaum:
“Tiene que mandar un mensaje de tranquilidad y no de la irresponsabilidad con la que el Presidente se ha conducido”.
Respecto a las familias:
“Párenle al odio, a la polarización, a los pleitos familiares. Porque al final, la clase política se pone de acuerdo”.
Concluye:
“Jamás le apostaría que al País le vaya mal… No tengo odio en mi corazón”.
¿Qué sigue para Xóchitl?
Al tiempo.