La dirigencia del PRI en 2019 desfondó al partido para apoyar al difunto Miguel Barbosa Huerta, con el objetivo de respaldarlo en su candidatura a la gubernatura y para eliminar el registro del partido.
Así lo reveló el dirigente del PRI, Néstor Camarillo Medina, quien aseguró que, a pesar de ello, no lograron extinguir al priismo, que continuó su existencia.
En ese contexto, manifestó que aquellos que traicionen al PRI tarde o temprano pagarán las consecuencias de sus acciones.
“Para dejar al PRI en ceros y permitir que el difunto gobernador Miguel Barbosa ganara la gubernatura, hubo priístas de esa administración que trabajaron para desfondarlo y reducir sus votos a 50 mil”, dijo.