Moreno Valle y Barbosa dejaron una “herencia” de 106 mil millones de pesos de deuda

Rumor sin Fronteras / Por Gerardo Pérez García

El destino y las circunstancias los llevó al encuentro político electoral en 2010, cuando el –entonces- Senador Rafael Moreno Valle, con un pie dentro de la candidatura de Acción Nacional al Gobierno de Puebla, buscaba afanosamente acuerdos con “ángeles y demonios” y amarra, por primera vez, ir en alianza PAN y PRD, que tutelaba Miguel Barbosa Huerta, con la “bendición” de los eternos dirigentes nacional perredistas Jesús Ortega y Jesús Zambrano.

Coalición panista-perredista que sirvió para afianzar una estrecha amistad, pero sobre todo complicidad, entre Rafael y Miguel.

El primero de febrero de 2011, Moreno Valle asumió la gubernatura y en septiembre del 2012 Barbosa Huerta llegó al Senado de la República.

Lo que llevó a que Luis Miguel Gerónimo fuera “Visitante Distinguido” de Casa Puebla, del 2013 al 2017.

Amistad y complicidad que se afianza al asumir Barbosa la coordinación de la bancada del PRD en la Cámara Alta y, posteriormente, la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado, para el periodo del primero de septiembre 2014 al 31 de agosto 2015.

Y con ello gozó de los afectos y estímulos que dispensó la Presidencia de Enrique Peña Nieto.

La ambición por el poder, y el dinero, los identificó.

Rafael ideó y estructuró un cacicazgo gubernamental que le sirviera de plataforma para llegar a Los Pinos.

Y Miguel se proyectaba desde el Senado para despachar en Casa Puebla.

Los negocios fluyeron entre ambos.

Barbosa obtuvo partidas extraordinarias por más de 3 mil millones de pesos al mandatario poblano, mismas que le fueron objeto de “gratificantes recompensas”.

Más la “amistad” se rompe cuando Rafael impone a su esposa Martha Érika Alonso en la candidatura al gobierno y Miguel va también por la silla de Casa Puebla.

Pero esa es otra historia.

Como también es otra historia que el destino decembrino los alcanzaría.

Moreno Valle y su esposa Martha Érika murieron al desplomarse el helicóptero en que viajaban, el 24 de diciembre de 2018.

Barbosa Huerta falleció el 13 de diciembre de 2022.

Lo cierto, que dos mandatarios en funciones fallecieron: Alonso Hidalgo y Barbosa Huerta.

Y un ex gobernador: Moreno Valle.

¿Karma?

¿Coincidencia?

¿Fatalidad?

MORENO VALLE Y BARBOSA DEJARON UNA DEUDA DE 106 MIL MILLONES DE PESOS

El destino de ambos mandatarios los unió también el brutal y criminal endeudamiento por más de 106 mil millones de pesos, en que dejaron sumida y hundida a Puebla y los poblanos, señala a este espacio Eudoxio Morales Flores, Doctor en Economía.

Veamos los números.

Rafael Moreno Valle Rosas dejó una deuda de 50 mil millones de pesos, que bajo el disfraz del esquema de PPS –Proyectos de Prestación de Servicios-, más los intereses acumulados -26 mil millones-, suman 91 mil millones de pesos.

A lo anterior, debe sumarse los 2 mil 700 millones de pesos del 2015 por el crédito fiscal de impuestos sobre la renta que trató de evadir al SAT –Servicio de Administración Tributaria-, a través de un Despacho particular que contrató.

Con Miguel Barbosa Huerta se da el fraude con Banco Accendo, que al quebrar el Gobierno de Puebla perdió 600 millones de pesos, dinero de las arcas estatales que invirtió a determinado plazo.

Y para cerrar con “broche de oro”, la nueva Secretaria de Finanzas y Administración –SFA-, Josefina Morales Guerrero, dio a conocer otro “hoyo financiero” de la administración barbosista al no pagar 722 millones de pesos al SAT por concepto del Impuesto sobre la Renta de los trabajadores del Estado, que la SFA ya había retenido.

A todo ello…

¿Dónde está Ana María Teresa Castro Corro, quien de septiembre 2019 a junio 2023 fue titular de Finanzas del gobierno de Barbosa?

¿Por qué el mandatario sustituto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, le “aceptó” la renuncia a Castro Corro?

¿Por qué el sospechoso silencio –u omisión- de las y los diputados del Congreso del Estado?

¿Por qué el mutis de la titular de la Auditoria Superior del Estado, Amanda Gómez Nava, quien antes de ser “designada” por el Congreso, ocupó la Secretaría de la Función Pública?

¿Por qué la Consejería Jurídica del Gobierno no solicitó a la Fiscalía Superior del Estado abrir una Carpeta de Investigación a Castro Corro por el quebranto financiero?

¿Quién protege a quién?

Diría el clásico… ¡Qué asquerosidad!

Al tiempo.