Julio Huerta, jefe del clan barbosista

Rumor sin Fronteras / Por Gerardo Pérez García
Los hechos hablan por sí mismo.
Y no es una historieta.
Ni una leyenda.
O una invención.
El caso es real y se trata de Julio Huerta Gómez, primo hermano del extinto mandatario Miguel Barbosa Huerta.
Ambos nacieron en Zinacatepec.
Moisés Huerta Hernández era hermano de Teresa Huerta Hernández.
Y Moisés era el papá de Julio.
Y Teresa es mamá de Miguel.
Hasta antes de la elección a gobernador de junio 2018, casi nadie conocía de la existencia político-social de Julio Huerta.
Claro, salvo en su tierra Zinacatepec –municipio enclavado en la Sierra Negra- y en algunas regiones de Tehuacán.
Tan era desconocido, que pese a contender con “el traje” de Morena… perdió la elección a Diputado en los comicios de 2018.
Derrota que también alcanzó al morenista Miguel Barbosa, al ganar Martha Érica Alonso Hidalgo la gubernatura en el citado 2018.
Pero al morir la gobernadora en trágico accidente aéreo, el Instituto Nacional Electoral —INE—convocó a Elección Extraordinaria en junio 2019, donde Barbosa Huerta volvió a ser postulado por Morena a la candidatura.
Y es cuando aparece en Puebla el primo Julio.
Ya sentado en Casa Aguayo, Barbosa designa a Julio Huerta, Director General de Gobierno, cuya función toral es tener un Delegado de Gobernación en cada uno de los 217 municipios del estado.
JULIO, JEFE DEL CLAN BARBOSISTA-HUERTISTA
De facto, Huerta Gómez, sin ser secretario de Gobernación, asumió el rol de titular, puesto que acordaba directamente con su primo el gobernador, brincándose siempre a los respectivos secretarios: Fernando Manzanilla Prieto, David Méndez Márquez y Lucía Hill Mayoral.
Desde su posición se apoderó del control político del Estado, bajo el consentimiento de Barbosa Huerta.
Respaldo –y confianza– de Miguel a Julio, que se vio plasmado cuando el gobernador designó a Julio Enlace de Pre campaña Presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo.
Lo que llevó al empoderamiento de Huerta Gómez.
Por ello, al fallecimiento de Miguel Barbosa y teniendo de aliada a su prima Rosario Orozco Caballero, peleó con todo ser designado Gobernador Sustituto, al contar con el respaldo de la mayoría de alcaldes del Estado.
Más no tenía el apoyo de los 41 diputados locales.
Y éstos se decantaron por el también legislador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
A cambio, Julio negoció con Salomón que lo nombrara secretario de Gobernación.
Y la obtuvo.
Desde esa posición clave, el oriundo de Zinacatepec continuó con amarres y negociaciones que le permitieran posicionarse para ser abanderado de Morena al gobierno en la elección de 2024.
Se inscribió al proceso interno.
Peleó con todo.
Más no le alcanzó y de premio de consolación logró la Diputación Local Plurinominal.
Lo anterior le permitió convertirse en jefe del clan barbosista-huertista.
Sin lugar a dudas.
Los datos son contundentes.
Los seis hermanos Huerta Gómez fueron colocados en diferentes posiciones de la administración de Barbosa.
Veamos.
Julio: Director General de Gobierno de la Secretaría de Gobernación; actual
legislador local.
Germán: Director General de Adquisiciones de la Secretaría Planeación y Finanzas.
Marina: Le crearon exprofeso una Dirección en la Secretaría de Desarrollo Social -ahora del Bienestar-; hoy tiene asignada plaza de base en Semefo de Tehuacán.
Mario: obtuvo la Presidencia Municipal de Zinacatepec.
Marco Antonio: Director de la Secundaria Técnica 8 de Zinacatepec.
David: Manejaba los negocios particulares de Barbosa, como compra de casas y terrenos en Zinacatepec, Ajalpan y Tehuacán; uno de ellos tiene extensión de 110 hectáreas.
JULIO, AYER JEFE DEL CLAN, HOY OLVIDA SU HERMANDAN CON FAMILIA BARBOSA
Pese a que Julio era quien comandaba el clan barbosista-huertistas y durante más de tres años juró lealtad a su primo hermano Miguel, a su muerte olvidó la hermandad que no se cansaba de presumir, para dar la espalda a quien lo sacó del ostracismo político de Zinacatepec.
Y no sólo eso.
Le dio poder y manejo discrecional de recursos.
Ahora olvida que era el enlace del gobernador con los secretarios de despacho. Les giraba órdenes y ordenaba que las acataran.
Uno de los casos que dice “no conocer”, “que nunca pisó Finanzas”, es la de Banca Accendo y los 606 millones que están virtualmente perdidos ante la quiebra de la financiera.
Más aún cuando señala: “Yo siempre lo he dicho y siempre lo voy a sostener, quien la debe, la tiene que pagar”.
Para agregar: “Soy partidario de que cuando hay indicios se tiene que investigar a fondo, sin ‘chismecitos’ ni rumores. Y quien resulte responsable, que asuma las consecuencias de sus actos”.
Lo que lleva a la interrogante: ¿cuándo pagará su deuda moral de lealtad, y económica con la familia Barbosa Huerta?
Porque hasta 2018 casi nadie conocía a Julio. Ni poseía los bienes que ahora tiene.
Miguel lo empoderó. Y hoy lo desconoce.
Al tiempo.