Sheinbaum: “Nunca me separaré de López Obrador”

Sheinbaum: “Nunca me separaré de López Obrador”

Rumor sin Fronteras / Por Gerardo Pérez García

Al cumplir su primer año en la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, mandó mensaje –claro y contundente– a la clase política, empresarial, dirigencias partidistas, religiosa como a la cúpula y militancia de Morena, donde no dudó, menos titubeó, al asegurar que “ella y Andrés Manuel López Obrador… nunca se separarán”.


No dejó la menor duda de su lealtad, fraternidad y eterno agradecimiento al tabasqueño que la empoderó en Palacio Nacional, por encima del hermano –y paisano– Adán Augusto López Obrador, al entregarle la Banda Presidencial.
No lo dijo, pero da a entender que Andrés Manuel vive y vivirá en el corazón de Claudia.


AMLO la designó Secretaria del Medio Ambiente cuando estuvo al frente del Gobierno de la Ciudad de México, 2000-2006 y en 2018 la hizo candidata al gobierno de la CDMX, para en 2021 lanzarla en intensa pre-campaña que la llevó a posicionarse en todo el territorio nacional rumbo a la elección de 2024.


Sheinbaum fue el proyecto presidencial de López Obrador desde que llegó a Palacio Nacional.


Así, quien fuera el primer mandatario –y creador– de Morena, cristalizó su obra al lograr que por primera vez en la historia política de México… fuera gobernada por una mujer.


Por lo anterior y después del cierre maratónico de giras de rendición de cuentas en las 32 entidades federativas del país, donde asistieron más de 500 mil personas, Claudia Sheinbaum dijo que la oposición le busca para que se distancie del ex mandatario López Obrador.


Lo que le llevó a subrayar: “Eso no sucederá jamás”.


Pese a que hace un año dejó el gobierno, aún hablan de Andrés Manuel.
De ahí la sentencia: “Nunca nos vamos a separar”…


Somos parte del mismo movimiento.


Sabemos de dónde venimos y no se nos olvida a dónde vamos, machacó la mandataria nacional.

CAPITOLIO DE EU CALIFICA DE PODEROSA, POPULAR Y REFORMISTA A SHEINBAUM

Al tomar posesión de la primera magistratura del país, Sheinbaum Pardo tenía el 60 por ciento de aceptación de las y los mexicanos, mientras en Estados Unidos analizaban con lupa sus primeras acciones.


A los pocos meses, la popularidad sorprendió a los observadores del Capitolio: 70 por ciento avalan la gestión de la primera mujer presidenta.


Lo que lleva a que en un año de su arribo a Palacio Nacional su aprobación creció 10 por ciento.


Añade la nota de Milenio: Su doble rasero de firmeza y diplomacia frente a las embestidas de Donald Trump provocaron simpatías.


Incluso, desde el Congreso de Estados Unidos ven con malos ojos que un arancel desmedido o una intervención extraterritorial en materia de combate al crimen organizado puedan acabar con la serenidad de la primera presidenta mexicana.


Sin embargo, en Washington, la simpatía no exime del escrutinio. Desde la semana uno el Servicio de Investigación del Congreso –CRES por sus siglas en inglés– comenzó a desplegar su arsenal de reportes, memorandos y diagnósticos.


Con asistencia de herramientas de Inteligencia Artificial, MilenIA revisó seis documentos extensos elaborados durante el primer año de gobierno de Sheinbaum.


Allá –en el Capitolio–, cita el periodista Salvador Frausto, “la ven popular, poderosa y reformista; pero también alertan sobre tentaciones autoritarias”.


En los legajos académicos, la Presidenta aparece bajo una etiqueta que se repite como un mantra burocrático: “continuidad con cambio”.


Fórmula que no es halago, ni advertencia, sino una forma de decir que “el nuevo rostro en Palacio Nacional no es ruptura, sino transición”.


Por azares del pragmatismo gringo, el Capitolio se ha convertido en un aliado involuntario del gobierno mexicano… su escrutinio puntual ofrece miradas frías sobre los avances en materias de seguridad y migración, así como una serie de recomendaciones para el devenir de la relación bilateral.


La ex jefa de gobierno es presentada como heredera de un poder consolidado, ganó con 60 por ciento de los votos y su partido, Morena, junto con aliados, obtuvo la mayoría necesaria para reformar la Constitución.


Observan desde el Capitolio, que su fuerza política tiene pocos contrapesos.


El legado político del expresidente Andrés Manuel López Obrador marcaba el inicio de la gestión de Sheinbaum.


Advierte, que las reformas adoptadas a toda velocidad podrían debilitar la independencia institucional y generar desconfianza entre inversionistas de Estados Unidos.


Sin embargo, el Servicio de Investigación del Congreso comenzaba a leer esas señales como una continuidad obradorista con tintes propios, una transición que no rompe… reconfigura, concluye la nota de Milenio.


La investigación del Capitolio de Estados Unidos, sin confirmar, es confirmada por la Presidenta Claudia Sheinbaum cuando afirma: “Nunca me separaré de Andrés Manuel López Obrador”.


Lo que lleva a la interrogante:

¿La sucesión Presidencial de 2030 de quién dependerá, de López Obrador o de Sheinbaum Pardo?


Al tiempo.

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