Tejedoras de la Patria, el hilo que une a las mujeres poblanas en la lucha por la igualdad

Por Ximena Arantxazu López Gómez
En un país donde las mujeres han tejido con sus manos no solo telas, sino historias de resistencia y supervivencia, surge «Tejedoras de la Patria», una iniciativa que transforma ese laborioso oficio en un símbolo de empoderamiento colectivo. Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, esta red nacional –impulsada por la Secretaría de las Mujeres– reconoce a las líderes comunitarias como hilos esenciales en el tapiz de la transformación social. Y en Puebla, tierra de artesanas y revolucionarias, este movimiento no solo arraiga: florece como el primero en el país.
El pasado 28 de septiembre, en un acto cargado de emoción y solidaridad, más de 1.500 poblanas rindieron protesta como las primeras Tejedoras de la Patria. Encabezadas por la secretaria federal Citlalli Hernández Mora, estas mujeres –de todas las edades, procedentes de los rincones más remotos de la entidad– juraron tejer redes de apoyo que iluminen los caminos oscuros de la violencia de género y la desigualdad. «Donde estamos las mujeres, transformamos, tejemos y nos cuidamos», proclamó Hernández, en un mensaje que resonó como un llamado a la acción colectiva.
Puebla, con su historia de mujeres como Aquiles Serdán o las soldaderas de la Revolución, se posiciona así como pionera: el primer estado en formalizar esta red, gracias a la coordinación impecable entre los gobiernos federal, estatal y municipal.
No es casualidad que Puebla lidere este esfuerzo. En los últimos meses, el estado ha sido epicentro de las asambleas «Voces por la Igualdad», realizadas en 31 de sus 217 municipios. Estas reuniones, que de mayo a noviembre extenderán su alcance a 600 comunidades a nivel nacional, han sido un espacio para visibilizar demandas urgentes: desde el acceso a justicia libre de revictimización hasta el fortalecimiento de programas como la Pensión Mujeres Bienestar. Aquí, en el corazón del México central, las tejedoras han cartografiado la violencia cotidiana –esa que acecha en hogares, calles y trabajos– y han propuesto soluciones ancladas en la realidad local: más Centros LIBRE para las Mujeres, líneas de atención como el 079 opción 1, y la Red de Abogadas de las Mujeres.
El gobernador Alejandro Armenta Mier, un aliado declarado en esta causa, lo dejó claro: «Es tiempo de mujeres, de su papel histórico que siempre han jugado». Bajo su administración, Puebla ya suma casi 5.000 obras comunitarias lideradas por mujeres, muchas de ellas como presidentas de comités o tesoreras, demostrando que el empoderamiento no es retórica, sino hechos concretos.
En este esfuerzo, la secretaria de las Mujeres de Puebla, Yadira Lira, ha sido una pieza clave, tejiendo puentes entre comunidades e instituciones con un compromiso incansable. Su liderazgo ha permitido que «Tejedoras de la Patria» se convierta en un movimiento vivo, empoderando a las poblanas desde la raíz y asegurando que sus voces sean escuchadas en cada rincón del estado.
Pero ¿qué significa ser una Tejedora de la Patria en Puebla ? Más que un título, es una invitación abierta a todas las mujeres mayores de 15 años a inscribirse en la plataforma estatal tejedoras.puebla.gob.mx y convertirse en agentes de cambio. Accederán a capacitaciones en liderazgo, vínculos solidarios y acompañamiento institucional para erradicar la violencia y fomentar la autonomía económica. Imaginen: comunidades en Tehuacán o Huejotzingo donde las artesanas no solo venden sus textiles, sino que defienden sus derechos colectivos; barrios en la capital donde una red de apoyo previene el aislamiento de las víctimas. Esta iniciativa, alineada con la Cartilla de los Derechos de las Mujeres, no busca héroes individuales, sino un tejido social resistente, donde cada hilo fortalece al conjunto.
En un México que aún lidia con feminicidios y brechas salariales, «Tejedoras de la Patria» representa un faro de esperanza. Puebla, con su vanguardia, nos recuerda que la patria no se defiende solo en plazas públicas, sino en las conversaciones susurradas entre mujeres que se reconocen como iguales. ¿El siguiente paso? Que cada poblana –y cada mexicana– tome su aguja y se una. Porque, como dijo Citlalli Hernández, «ahí donde haya una tejedora, otra mujer se sentirá con ganas de apoyarse, de aprender, de nunca rendirse».
El hilo ya está tenso; solo falta que lo tiremos juntas. Puebla teje el futuro: ¿te sumas?