Acuerdo Arancelario entre EEUU y la Unión Europea

Acuerdo Arancelario entre EEUU y la Unión Europea

Este fin de semana los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo comercial histórico que evita una guerra arancelaria, tras una reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Escocia. Este pacto, calificado por ambos líderes como “el mayor de todos”, establece un arancel del 15% sobre la mayoría de las exportaciones europeas a EE.UU., una reducción significativa frente a la amenaza previa de un 30% que entraría en vigor el 1 de agosto.

El acuerdo incluye compromisos de la UE para adquirir 750 mil millones de dólares en energía estadounidense y realizar inversiones adicionales por 600 mil millones de dólares, además de compras significativas de equipo militar. Von der Leyen destacó que el pacto aporta “estabilidad y previsibilidad” a las relaciones comerciales transatlánticas, beneficiando a empresas y consumidores de ambas regiones. Por su parte, Trump remarcó que el acuerdo busca reequilibrar el déficit comercial de EE.UU., que en 2024 alcanzó los 236 mil millones de dólares con la UE.

El pacto excluye productos farmacéuticos y establece aranceles cero para bienes estratégicos como aviones, ciertos químicos y materias primas, aunque los detalles aún están pendientes de aprobación por los estados miembros de la UE. Este marco comercial sigue el modelo de acuerdos recientes de EE.UU. con Japón y el Reino Unido, consolidando la estrategia de Trump de negociar acuerdos bilaterales para reducir déficits comerciales.

Este acuerdo podría influir positivamente en la relación comercial entre EE.UU. y México, que enfrenta una amenaza arancelaria similar del 30% si no se llega a un entendimiento antes del 1 de agosto, tal y como Trump amenazó. La resolución exitosa con la UE demuestra que la diplomacia y la negociación pueden mitigar las tensiones comerciales, ofreciendo un precedente para México. La presidenta Claudia Sheinbaum y su grupo de colaboradores, entre ellos Marcelo Ebrard, ya han establecido mesas de trabajo bilaterales para abordar temas de seguridad, migración y comercio, buscando un acuerdo que preserve el flujo comercial bajo el T-MEC. Un entorno comercial más estable entre EE.UU. y la UE podría reducir la presión sobre México, fomentando un comercio más fluido y beneficiando sectores clave como la agricultura y la manufactura con ello el bolsillo de los trabajadores.

Confiamos que el trabajo diplomático y comercial de la presidenta Sheinbaum dé frutos antes del 1 de agosto y con ello volver a las tarifas establecidas en el T-MEC que ha favorecido a los tres países que lo integran. 

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