Tu dolor de espalda: ¿te vas a quejar o vas a reconectar contigo?

Tu dolor de espalda: ¿te vas a quejar o vas a reconectar contigo?

Por Luna Martinez

El dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar, se ha convertido en uno de los males más comunes entre quienes trabajan largas jornadas frente a una computadora o pasan mucho tiempo sentados. Lo más alarmante no es solo la frecuencia con la que aparece, sino la facilidad con la que lo normalizamos. “Es el estrés”, “es por la edad”, “ya se me pasará”…

¿Te suenan familiares estas frases?

La realidad es que ningún dolor es “normal” y mucho menos debería permanecer en el tiempo. El cuerpo tiene formas inteligentes de avisarnos que algo no está bien, y el dolor es una de ellas. Ignorarlo o acostumbrarnos a él solo retrasa la solución y, en muchos casos, lo agrava.

Estudios recientes muestran que un alto porcentaje de personas refieren dolor de espalda de forma recurrente, y un número alarmante de ellas no busca tratamiento. ¿Qué estamos esperando para tomar acción?

Desde mi experiencia como fisioterapeuta, cada vez que una persona llega con dolor lumbar, lo primero que hacemos es investigar su estilo de vida. ¿Hay movimientos repetitivos que puedan estar causándolo? ¿Mala postura? ¿Falta de ejercicio o flexibilidad? ¿Un abdomen débil que no ofrece soporte al cuerpo? La causa casi nunca es una sola.

Es una suma de hábitos que, con el tiempo, cobran factura.

Por eso, más que “curar”, el enfoque debe estar en reeducar al cuerpo y reconectar con él. Aquí te comparto cinco recomendaciones básicas para comenzar a disminuir el dolor y prevenir que se vuelva crónico:

  1. Ergonomía postural en tu área de trabajo: Asegúrate de tener una silla adecuada, con soporte lumbar, y una pantalla a la altura de tus ojos. Pequeños cambios hacen una gran diferencia.
  2. Haz ejercicio regularmente: El movimiento es medicina. No tiene que ser algo complejo; caminar, nadar o hacer ejercicios de movilidad ya es un gran comienzo.
  3. Analiza tu postura: Tómate unos minutos al día para observar cómo te sientas, cómo caminas, cómo respiras. La conciencia corporal es el primer paso hacia el cambio.
  4. Visita a un fisioterapeuta periódicamente: No esperes a estar en crisis para buscar ayuda. Una evaluación profesional puede detectar y corregir desequilibrios antes de que se conviertan en lesiones.
  5. Reconéctate contigo mismo: El dolor muchas veces es la forma en la que tu cuerpo te pide atención. Escúchalo. No lo veas como un enemigo, sino como un aliado que te está alertando.

Tu productividad, energía y bienestar están directamente relacionados con cómo te sientes físicamente.

No te conformes con sobrevivir los días con dolor: actúa y elige una vida más plena y sin molestias.

Si deseas más información, una consulta personalizada o seguir aprendiendo sobre cómo mejorar tu bienestar, te invito a seguirme en redes sociales o contactarme para agendar una cita. Estoy aquí para acompañarte en el camino hacia una vida más activa, fuerte y consciente.

Sobre la autora
Luna Martínez Machorro
Fisioterapeuta especializada en terapia pulmonar, neurológica, deglución, entrenamiento hipopresivo y funcional. Personal Trainer enfocada en la prevención de lesiones, el movimiento consciente y la promoción de hábitos saludables.
Fundadora y directora de Innovation Functional Training.

📞 WhatsApp: +52 332 650 1739
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